14:49 | Autor Iglesia Hogar

Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:

“José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que traducido significa: “Dios con nosotros”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.



11:11 | Autor Iglesia Hogar

Quédate con nosotros Señor.
Quédate en nuestra familia,
ilumínanos en la noche de la duda,
sé sostén en nuestras dificultades,
consuélanos en nuestros sufrimientos y
haz fecunda la fatiga de cada día.
Aleja de nuestro hogar todo mal y
afirma nuestros pasos en el bien y en el amor.
Te pedimos por las familias de nuestra comunidad,
de nuestra diócesis y de nuestra Patria.
Ayúdanos a trabajar unidos,
a cultivar los valores, a defender con pasión la vida.
En esta hora de la familia te pedimos la gracia
de anunciar y valorar el tesoro de la familia,
cuando en torno a ella se acumulan sombras que amenazan su unidad y su naturaleza.
Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares, para que sigan siendo nidos
donde nazca la vida humana, se la acoja, se la ame y se la respete,
desde su concepción hasta su término natural. Amén.

19:59 | Autor Iglesia Hogar

La escena que representa el nacimiento de Cristo se fue completando con el paso del tiempo. A principios del siglo IV se representaba a Cristo en un pesebre y había solamente una vaca y un asno. A fines del siglo IV se agregó una estrella. La Virgen María, recién a partir del año 431, con el Concilio de Efeso, apareció en el centro de la imagen. Fue San Francisco de Asís quien popularizó la costumbre de armar un pesebre. En su viaje a Belén, en el año 1220, quedó asombrado por la manera en que se celebraba allí la Navidad. Entonces, cuando regresó a Italia, le pidió autorización al Papa Honorio III para representar el nacimiento de Jesús con un pesebre viviente. A partir de ese momento, la tradición se extendió por Europa y luego por el resto del mundo.
14:40 | Autor Iglesia Hogar

Mar del Plata (Buenos Aires), 16 Dic. 09

Obispado de Mar del Plata

En el marco del Año Sacerdotal, el sábado 19 de diciembre de 2009 a las 11, en la catedral de los Santos Pedro y Cecilia, el obispo de Mar del Plata, monseñor Juan Alberto Puiggari, ordenará sacerdotes a los diáconos Luciano Alzueta y Nicolás Marinelli.

Desde el obispado dieron a conocer las fechas y lugares de las primeras misas solemnes de los futuros sacerdotes.

Luciano Alzueta celebrará el domingo 20 de diciembre a las 20 en la parroquia San José, de Balcarce, y el sábado 26 a las 19 en la parroquia San Andrés Apóstol de Miramar.

Por su parte Nicolás R. Marinelli presidirá su primera misa el mismo sábado 19 de diciembre a las 19 en la parroquia Nuestra Señora del Huerto, de Mar del Plata, y la segunda, el domingo 20 a las 10.30 en la parroquia Nuestra Señora de Luján, de Batán.

Ambos habían sido ordenados diáconos el pasado 8 de mayo, día de Nuestra Señora de Luján.+

(AICA)
10:43 | Autor Iglesia Hogar
Tercer domingo de adviento: Ser mejor en familia.


+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

+ Se encienden las dos velas de las semanas anteriores.

+ Se lee el Evangelio según San Mateo 5, 13-16:

“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con que se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, si no para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la sima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al padre que esta en el cielo.”

+ Vela: Encender la tercera vela de Adviento.

+ Propósito:
Cada miembro de la familia piensa cuál será su propósito durante la semana y se comprometerá a cumplirlo.

+ Oración:
Padre, en nuestra familia queremos crecer y aprender a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean, Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que nuestra familia sea mejor y mas feliz cada día. Amén.

+ Para terminar:
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro.
2:41 | Autor Iglesia Hogar

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 13 de diciembre de 2009

¡Queridos hermanos y hermanas!

Estamos ya en el tercer domingo de Adviento. Hoy la liturgia recuerda la invitación del apóstol Pablo: “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres… El Señor está cerca” (Fil 4, 4-5). La madre Iglesia, mientras nos acompaña hacia la santa Navidad, nos ayuda a redescubrir el sentido y el gusto de la alegría cristiana, tan distinta a la del mundo. En este domingo, según una bella tradición, los niños de Roma vienen a que el Papa bendiga las figuritas del Niño Jesús, que pondrán en sus pesebres. Y, de hecho, veo aquí en la Plaza de San Pedro muchos niños y muchachos, junto a sus padres, profesores y catequistas. Muy queridos, os saludo a todos con gran afecto y os doy las gracias por haber venido. Me alegra saber que en vuestras familias se conserva la costumbre de hacer el pesebre. Pero no basta con repetir un gesto tradicional, aunque sea importante. Hay que intentar vivir en la realidad del día a día lo que el pesebre representa, es decir el amor de Cristo, su humildad, su pobreza. Es lo que hizo san Francisco en Greccio: representó en vivo la escena de la Natividad, para poderla contemplar y adorar, pero sobre todo para saber poner en práctica mejor el mensaje del Hijo de Dios, que por amor a nosotros se despojó de todo y se hizo un niño pequeño.

La bendición de los “Bambinelli” -como se dice en Roma- nos recuerda que el pesebre es una escuela de vida, donde podemos aprender el secreto de la verdadera alegría. Ésta no consiste en tener muchas cosas, sino en sentirse amado por el Señor, en hacerse don para los demás y en quererse unos a otros. Miremos el pesebre: la Virgen y san José no parecen una familia muy afortunada; han tenido su primer hijo en medio de grandes dificultades; sin embargo están llenos de profunda alegría, porque se aman, se ayudan, y sobre todo están seguros de en su historia está la obra Dios, Quien se ha hecho presente en el pequeño Jesús. ¿Y los pastores? ¿Qué motivo tienen para alegrarse? El Bebé no cambiará realmente su condición de pobreza y de marginación. Pero la fe les ayuda a reconocer en el “niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”, el “signo” del cumplimiento de las promesas de Dios para todos los hombres “en quienes él se complace” (Lc 2,12-14), ¡también para ellos!

En eso, queridos amigos, es en lo que consiste la verdadera alegría: es sentir que nuestra existencia personal y comunitaria es visitada y colmada por un gran misterio, el misterio del amor de Dios. Para alegrarnos, necesitamos no sólo cosas, sino amor y verdad: necesitamos a un Dios cercano, que calienta nuestro corazón, y responde a nuestros anhelos más profundos. Este Dios se ha manifestado en Jesús, nacido de la Virgen María. Por eso el Niño, que ponemos en la cabaña o en la cueva, es el centro de todo, es el corazón del mundo. Oremos para que cada persona, como la Virgen María, pueda acoger como centro de su propia vida al Dios que se ha hecho Niño, fuente de la verdadera alegría.

ZENIT