Emilie de Villeneuve (1811 - Castres, 2 de octubre de 1854), fue una religiosa católica francesa que fundó su propia congregación, que llegó a muchas partes de África y América Latina. Era nieta del conde de Villeneuve. Ella amaba mucho a los pobres y tenía un gran deseo de ayudarlos.
Emilie tuvo numerosas entrevistas con el Padre Le Blanc porque quería entrar con las hermanas de San Vicente Paúl Castres luego de las muertes de su madre y su hermana (en 1825 y 1828, respectivamente). Tiempo después, comprendió que Dios le pedía que fundara una congregación, la cual debía tener el color azul como característico.
Es en 1836 cuando funda su congregación, la Congregación de las hermanas de la Inmaculada Concepción, llamadas "las Hermanas Azules", con su lema "Dieu Seul" (Sólo Dios, en español). En un principio se componía sólo de tres monjas o hermanas, pero luego fueron adhiriéndose más. Es en 1848 cuando envía hermanas a Senegambia África, especialmente a Senegal y Gabón, donde algunas monjas establecieron residencia y fundaron escuelas religiosas que persisten hasta hoy. Quizás las haya motivado fundar escuelas religiosas, el hecho de que en Francia se admitieran sólo escuelas laicas.
Su muerte se produce en 1854, a raíz de un cólera. Desde ese momento, sus seguidoras establecieron colegios de la Congregación en otros países.
A principios del siglo XX, sus seguidoras viajaron a Latinoamérica, donde fundaron diversas escuelas religiosas, en 1904 llegaron a Brasil, Paraguay y Uruguay, y en 1906 a Venezuela y Argentina.
La Novena de Emilie de Villeneuve es una oración creada por la Congregación de la Inmaculada Concepción o de las Hermanas Azules.
Consta de una oración, que se repite 9 veces (1 por día) generalmente desde el 24 de septiembre hasta el 2 de octubre, inclusive como conmemoración a su muerte, ocurrida el 2 de octubre de 1854. Sin embargo, también puede rezarse en otras épocas del año.
Padre Nuestro, Señor de la Vida, siempre fiel defensor del pobre, sabemos que Emili Villeneueve camina con nosotros.
Estamos seguros que nos acompaña, en nuestras luchas por la vida, en nuestras alegrías y sufrimientos.
La sentimos cercana cuando somos débiles, solidaria cuando estamos en la pobreza.
Poe eso contamos con su intercesión para pedirte
(Aquí el orante hace una oración particular)
Confiamos en su ayuda, danos su esperanza y su coraje.
Amén