14:50 | Autor Iglesia Hogar

CIUDAD DEL VATICANO, martes, 8 de diciembre de 2009 Benedicto XVI invitó a dirigirse a María en las dificultades de la vida, al rezar este martes, solemnidad de la Inmaculada Concepción, la oración del Ángelus junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.

"¡Qué alegría inmensa tener por madre a María Inmaculada!", exclamó el pontífice, quien no escondió su satisfacción al celebrar la que para él es "una de las fiestas más hermosas de la bienaventurada Virgen María".

"Cada vez que experimentamos nuestra fragilidad y la sugestión el mal, podemos dirigirnos a Ella, y nuestro corazón recibe luz y consuelo", reconoció.

"Incluso en las pruebas de la vida, en las tempestades que hacen vacilar la fe y la esperanza, pensemos que somos sus hijos y que las raíces de nuestra existencia se hunden en la infinita gracia de Dios", añadió el obispo de Roma.

"La misma Iglesia --constató--, aunque está expuesta a las influencias negativas del mundo, encuentra siempre en Ella la estrella para orientarse y seguir la ruta indicada por Cristo".

"María es de hecho la Madre de la Iglesia, como proclamaron solemnemente el Papa Pablo VI y el Concilio Vaticano II", aseguró.

Por este motivo, el Papa sugirió encomendar "a la Virgen Inmaculada a cada uno de nosotros, nuestras familias y comunidades, toda la Iglesia y todo el mundo", algo que después, ya en la tarde, hizo él mismo ante la estatua de la Inmaculada Concepción que se encuentra en la plaza de España, en el centro de Roma.

Hablando en español, el Papa deseó "que el Señor nos conceda el don, por intercesión de la "llena de gracia", de purificarnos interiormente en este tiempo de Adviento para acoger con prontitud la venida de Cristo a nuestras vidas".

Zenit



You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: