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Autor Iglesia Hogar
Buenos Aires, 11 Set. 09 (AICA)
De izquierda a derecha, los obispos F. Maletti, R. Faifer, A. Uriona y M. Palentini, en rueda de prensa por la Colecta Más por Menos 2009
En una conferencia de prensa realizada ayer en la sede del Episcopado, se llevó a cabo la convocatoria formal a participar de la 40ª edición de la Colecta Nacional Más por Menos que, con el lema “Mas solidaridad por menos exclusión”, se realizará este fin de semana en todos los templos e instituciones católicas del país.
Participaron los integrantes de la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones más necesitadas encabezados por su presidente, monseñor Adolfo Uriona, obispo de Añatuya, y los obispos Fernando Maletti (Bariloche), Ricardo Faifer (Goya) y Marcelino Palentini (Jujuy).
Los pastores expresaron su agradecimiento a todos los que han colaborado con esta iniciativa e invitaron a ofrecer este año su aporte para contribuir a luchar contra la exclusión en nuestro país.
Cuarenta años de historia
En primer lugar tomó la palabra monseñor Uriona, quien se refirió a la historia de la Colecta, que comenzó por iniciativa del primer obispo de Añatuya, monseñor Jorge Gottau, y que a lo largo de estos cuarenta años fue ganando prestigio en nuestra patria.
Evangelización y promoción social
Monseñor Palentini explicó que esta colecta tiene un objetivo doble: un 50% será destinado a la ayuda para proyectos pastorales y el 50% restante se destinará a proyectos de promoción humana y social, ya que “no puede haber evangelización sin promoción social y no hay promoción social hecha por la Iglesia sin un acompañamiento pastoral”. Asimismo, aclaró que los fondos no se asignan solamente a destinatarios católicos, sino a quienes lo necesitan, aunque no pertenezcan a la Iglesia. Y en ese sentido subrayó: “Este servicio que ofrecemos como Iglesia a la comunidad argentina, según las distintas necesidades y prioridades, tiene esta finalidad: estar al lado del que sufre y acompañarlo en todas las dimensiones para que nadie quede excluido, ni de la posibilidad de tener una vida digna, ni de la posibilidad de conocer a Dios”.
Crecimiento cuantitativo y cualitativo
Monseñor Maletti, por su parte, se refirió a los distintos modos de medir los resultados: “Al ser una colecta de dinero lo cuantitativo pesa mucho”, sin embargo, “junto al crecimiento cuantitativo de los últimos años, es destacable el crecimiento cualitativo”. Por un lado, se manifiesta en la conciencia de la gente, que realmente ve en la colecta “una gran oportunidad de hacernos cargo comunitariamente de la persona humana en su faz integral, para su promoción humana, social y espiritual”.
Por otro lado, sostuvo que también el crecimiento cualitativo se evidencia en los beneficiarios de la colecta: Son personas, familias, comunidades de los más pobres, en las regiones más necesitadas, que van conformando de tal manera la autoconciencia de que hay más alegría en dar que en recibir, que también son los pobres los que colaboran”. Indicó que un alto porcentaje de los casi siete millones de pesos que se recolectaron en la edición 2008 son “el pesito, la monedita” que proviene de la “gente sencilla” y esto corrobora, “no solo en la Iglesia sino también en la sociedad, que muchas cosas se hacen con la palabra de los ricos pero con el dinero de los pobres”.
Ayuda en las catástrofes
Monseñor Faifer informó acerca de un monto que las Comisiones anteriores reservaron para situaciones de catástrofes. Este año, cien mil pesos fueron destinados a los damnificados por el alud en Tartagal (Salta), mientras que en los próximos días enviarán una suma de cincuenta mil pesos para la provincia de Misiones para ayudar a las víctimas del tornado que en la madrugada del lunes 7 de septiembre arrasó varias localidades del municipio de San Pedro.
El Papa tiene conocimiento de nuestra realidad y tiene que hablar
Durante el encuentro, los obispos se refirieron también a las repercusiones que sobre esta Colecta tendrá el mensaje enviado por Benedicto XVI, en el que alienta a “un esfuerzo solidario que contribuya a reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social” y que desató una fuerte polémica por el tema de la pobreza en el país.
Monseñor Uriona consideró que el mensaje ha despertado la conciencia de los argentinos: “Tuvo una repercusión muy fuerte, generó una polémica y creo que eso ha afectado bien, porque ha instalado más el tema”. Señaló que a partir del mensaje, muchas personas que incluso no pertenecen a la Iglesia Católica comenzaron a aportar para la Colecta, antes de realizarse.
Afirmó que el Papa no habló “porque se le ocurrió”, sino a partir del informe que recibió sobre la situación argentina por parte de los obispos argentinos, especialmente al realizar este año su visita ad límina. “El Papa -indicó- tiene un conocimiento bastante cabal de nuestra realidad, entonces tiene que hablar acerca de lo que está ocurriendo”. Además, en un país como el nuestro, la cuestión de la pobreza y de la inequidad “es un tema que pega, porque no somos un país pobre -ni geográfica ni humanamente pobre- sino que tenemos muchas condiciones. Creo que la Iglesia tenía que decir algo y el Papa lo dijo de una manera también muy sintética, sin ofender a nadie. Aparte, no se dirigió a los gobernantes sino a todo el pueblo argentino, a todos nosotros”.
Somos personas, no somos una estadística
Consultados acerca de las diferencias entre las cifras del nivel de pobreza que maneja el gobierno y la Iglesia, monseñor Palentini expresó: “Somos personas, no somos una estadística. Lo que nos preocupa son las personas”. Explicó que no discuten sobre los índices porque los valores que la Iglesia maneja provienen de un estudio comparativo de los distintos trabajos que se fueron realizando en la Argentina, y se trata de un promedio de los valores de las consultoras privadas con los índices oficiales.
Lo que nos preocupa a nosotros, conociendo la realidad, es que hay muchos pobres, y todos estos pobres tienen derecho a una vida digna. No quisiéramos que hubiera ni un pobre y menos, gente indigente. Por eso la colecta apunta justamente a aliviar el dolor de todos”. Afirmó además que los obispos recorren personalmente las zonas de mayor pobreza en sus respectivas diócesis: “Tocamos con la mano esa realidad y entonces podemos decir lo que vemos, para no entrar en polémicas de estadísticas sino en la preocupación de las personas que sufren”
Formas de colaborar
Los días 12 y 13 de septiembre se podrá colaborar en todas las parroquias, capillas, templos, colegios e instituciones católicas del país, para lo cual estarán disponibles los sobres en los que se podrá depositar el dinero
De izquierda a derecha, los obispos F. Maletti, R. Faifer, A. Uriona y M. Palentini, en rueda de prensa por la Colecta Más por Menos 2009
En una conferencia de prensa realizada ayer en la sede del Episcopado, se llevó a cabo la convocatoria formal a participar de la 40ª edición de la Colecta Nacional Más por Menos que, con el lema “Mas solidaridad por menos exclusión”, se realizará este fin de semana en todos los templos e instituciones católicas del país.
Participaron los integrantes de la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones más necesitadas encabezados por su presidente, monseñor Adolfo Uriona, obispo de Añatuya, y los obispos Fernando Maletti (Bariloche), Ricardo Faifer (Goya) y Marcelino Palentini (Jujuy).
Los pastores expresaron su agradecimiento a todos los que han colaborado con esta iniciativa e invitaron a ofrecer este año su aporte para contribuir a luchar contra la exclusión en nuestro país.
Cuarenta años de historia
En primer lugar tomó la palabra monseñor Uriona, quien se refirió a la historia de la Colecta, que comenzó por iniciativa del primer obispo de Añatuya, monseñor Jorge Gottau, y que a lo largo de estos cuarenta años fue ganando prestigio en nuestra patria.
Evangelización y promoción social
Monseñor Palentini explicó que esta colecta tiene un objetivo doble: un 50% será destinado a la ayuda para proyectos pastorales y el 50% restante se destinará a proyectos de promoción humana y social, ya que “no puede haber evangelización sin promoción social y no hay promoción social hecha por la Iglesia sin un acompañamiento pastoral”. Asimismo, aclaró que los fondos no se asignan solamente a destinatarios católicos, sino a quienes lo necesitan, aunque no pertenezcan a la Iglesia. Y en ese sentido subrayó: “Este servicio que ofrecemos como Iglesia a la comunidad argentina, según las distintas necesidades y prioridades, tiene esta finalidad: estar al lado del que sufre y acompañarlo en todas las dimensiones para que nadie quede excluido, ni de la posibilidad de tener una vida digna, ni de la posibilidad de conocer a Dios”.
Crecimiento cuantitativo y cualitativo
Monseñor Maletti, por su parte, se refirió a los distintos modos de medir los resultados: “Al ser una colecta de dinero lo cuantitativo pesa mucho”, sin embargo, “junto al crecimiento cuantitativo de los últimos años, es destacable el crecimiento cualitativo”. Por un lado, se manifiesta en la conciencia de la gente, que realmente ve en la colecta “una gran oportunidad de hacernos cargo comunitariamente de la persona humana en su faz integral, para su promoción humana, social y espiritual”.
Por otro lado, sostuvo que también el crecimiento cualitativo se evidencia en los beneficiarios de la colecta: Son personas, familias, comunidades de los más pobres, en las regiones más necesitadas, que van conformando de tal manera la autoconciencia de que hay más alegría en dar que en recibir, que también son los pobres los que colaboran”. Indicó que un alto porcentaje de los casi siete millones de pesos que se recolectaron en la edición 2008 son “el pesito, la monedita” que proviene de la “gente sencilla” y esto corrobora, “no solo en la Iglesia sino también en la sociedad, que muchas cosas se hacen con la palabra de los ricos pero con el dinero de los pobres”.
Ayuda en las catástrofes
Monseñor Faifer informó acerca de un monto que las Comisiones anteriores reservaron para situaciones de catástrofes. Este año, cien mil pesos fueron destinados a los damnificados por el alud en Tartagal (Salta), mientras que en los próximos días enviarán una suma de cincuenta mil pesos para la provincia de Misiones para ayudar a las víctimas del tornado que en la madrugada del lunes 7 de septiembre arrasó varias localidades del municipio de San Pedro.
El Papa tiene conocimiento de nuestra realidad y tiene que hablar
Durante el encuentro, los obispos se refirieron también a las repercusiones que sobre esta Colecta tendrá el mensaje enviado por Benedicto XVI, en el que alienta a “un esfuerzo solidario que contribuya a reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social” y que desató una fuerte polémica por el tema de la pobreza en el país.
Monseñor Uriona consideró que el mensaje ha despertado la conciencia de los argentinos: “Tuvo una repercusión muy fuerte, generó una polémica y creo que eso ha afectado bien, porque ha instalado más el tema”. Señaló que a partir del mensaje, muchas personas que incluso no pertenecen a la Iglesia Católica comenzaron a aportar para la Colecta, antes de realizarse.
Afirmó que el Papa no habló “porque se le ocurrió”, sino a partir del informe que recibió sobre la situación argentina por parte de los obispos argentinos, especialmente al realizar este año su visita ad límina. “El Papa -indicó- tiene un conocimiento bastante cabal de nuestra realidad, entonces tiene que hablar acerca de lo que está ocurriendo”. Además, en un país como el nuestro, la cuestión de la pobreza y de la inequidad “es un tema que pega, porque no somos un país pobre -ni geográfica ni humanamente pobre- sino que tenemos muchas condiciones. Creo que la Iglesia tenía que decir algo y el Papa lo dijo de una manera también muy sintética, sin ofender a nadie. Aparte, no se dirigió a los gobernantes sino a todo el pueblo argentino, a todos nosotros”.
Somos personas, no somos una estadística
Consultados acerca de las diferencias entre las cifras del nivel de pobreza que maneja el gobierno y la Iglesia, monseñor Palentini expresó: “Somos personas, no somos una estadística. Lo que nos preocupa son las personas”. Explicó que no discuten sobre los índices porque los valores que la Iglesia maneja provienen de un estudio comparativo de los distintos trabajos que se fueron realizando en la Argentina, y se trata de un promedio de los valores de las consultoras privadas con los índices oficiales.
Lo que nos preocupa a nosotros, conociendo la realidad, es que hay muchos pobres, y todos estos pobres tienen derecho a una vida digna. No quisiéramos que hubiera ni un pobre y menos, gente indigente. Por eso la colecta apunta justamente a aliviar el dolor de todos”. Afirmó además que los obispos recorren personalmente las zonas de mayor pobreza en sus respectivas diócesis: “Tocamos con la mano esa realidad y entonces podemos decir lo que vemos, para no entrar en polémicas de estadísticas sino en la preocupación de las personas que sufren”
Formas de colaborar
Los días 12 y 13 de septiembre se podrá colaborar en todas las parroquias, capillas, templos, colegios e instituciones católicas del país, para lo cual estarán disponibles los sobres en los que se podrá depositar el dinero
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